Se identifica, quizá correctamente, el torso con el de un Hércules; sin embargo, el lugar de procedencia y las conexiones del león con el mitraísmo, no deben hacernos desechar el posible carácter del personaje representado con la leóntica. De ser así las cosas, esta escultura podría encajar con el programa iconográfico del Gran Mitreo de Mérida, que hipotéticamente sitúo en la Calle Constantino. Es cierto, sin embargo, que de allí procede la estatua de una divinidad sedente acéfala habitualmente considerada Proserpina, que haría pareja con el dios asimismo sedente hallado en el Cerro de San Albín (nº 1.01.02.19). Hay representaciones similares a esta, habitualmente consideradas como Hércules, aunque en ocasiones generan cierto titubeo.
Una esculturita de bronce del British Museum había sido interpretada como Hércules; sin embargo, ahora se asume que es representación del rey Ptolomeo III con cornucopia y piel de león (fig. 1.01.03.04.01). También el Museo de Málaga custodia una figurilla de bronce de Hércules que guarda estrecha relación con la presente, aunque se fecha en el siglo II a.C. (fig. 1.01.03.04.02). El conjunto de materiales procedentes de la Calle Constantino es muy variado, por lo que no se puede asegurar que todo lo allí aparecido pertenezca al culto de Mitra.