En agosto de 1936, tras el alzamiento, huyó a Génova con su familia donde inmediatamente, en septiembre siguiente, mostró su adhesión al alzamiento y se puso a disposición del Movimiento Nacional. Desde Génova realizó varios trabajos para la Junta Técnica del Estado en Burgos. También desde Bruselas en Bélgica. El 12 de agosto de 1936 fue separado de su cátedra en la Universidad Autónoma de Barcelona por el gobierno de la República.

A principios de enero de 1937 volvió a España y fue destinado a la Asesoría Jurídica del Gabinete Diplomático del nuevo gobierno sublevado establecido en Salamanca. En esta ciudad se presentó ante el vicepresidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza con el fin de “normalizar” su situación de catedrático, siendo adscrito a la Universidad de Salamanca. Desde ese momento percibió todos sus haberes desde julio de 1936.

Posteriormente fue nombrado Asesor Jurídico Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno establecido en Burgos. También fue nombrado miembro de la Comisión sobre la “Ilegitimidad de los poderes públicos” actuantes el 18 de julio de 1936.

A principios de 1939 fue nombrado Vocal Titular del Alto Tribunal de Presas Marítimas, con sede en Burgos, por lo que se le autorizó a residir en Burgos, continuando adscrito a efectos económicos a la Universidad de Salamanca.

Como su situación respecto a su cátedra se consideró desde el principio resuelta solicitó ser comprendido, el 8 de febrero de 1939, en la excepción consignada en el artículo 2º de la Orden de 28 de enero de 1939 que regulaba la depuración del personal dependiente del ministerio de Educación y que prestaba sus servicios en las provincias catalanas. Dicha solicitud le fue denegada el 21 de febrero de 1939. Volvió a presentar dicha solicitud el 15 de mayo, en la que se le exige presentar la declaración jurada que han de presentar todos los catedráticos que solicitan su reingreso.

En julio de 1939 continuaba prestando sus servicios como Asesor Jurídico Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores del primer gobierno franquista tras la finalización de la guerra civil. El 1 de agosto de 1939 fue dado de alta como catedrático nuevamente de la Universidad de Barcelona.

En su declaración jurada ratificó todos los extremos anteriores así como que había pertenecido al Partido Regionalista y que en ese momento no estaba afiliado a ninguna entidad sindical, ni al socorro rojo y amigos de Rusia, ni a la masonería. Proponía como testigos de su declaración al Excelentísimo señor Cardenal Primado de las Españas, los ministros de Asuntos Exteriores y de Justicia, el Excelentísimo señor don José María Yanguas Messía, embajador de España en la Santa Sede, el Ilustrísimo señor don Enrique Pla y Deniel, obispo de Salamanca y el Padre Ignacio Romañá de la Compañía de Jesús.

Finalmente fue rehabilitado sin sanción por Orden de 17 de noviembre de 1939, tras pasar el correspondiente expediente de depuración, el 22 de junio de 1939.