LÓPEZ ROMERO, José (¿-1896)

Ficha

Catedrático

LÓPEZ ROMERO, José (¿-1896)

Presentación

Catedrático de Derecho canónico en la Universidad de Santiago y de Teoría y práctica de los procedimientos judiciales y práctica forense y de Derecho procesal civil, penal, canónico y administrativo y teoría y práctica de redacción de instrumentos públicos en la Universidad de Sevilla, en la que desempeño los cargos de secretario y vice-secretario de la Facultad de Derecho. En su limitada producción científica destaca la publicación de varios programas y manuales de enseñanza relacionados con la materia procesal, algunos de los cuales fueron ampliamente utilizados en varias universidades.

Datos biográficos

Apenas disponemos de datos biográficos acerca de José López Romero. Solo sabemos que nació en Sevilla, que tuvo siete hijos, y que uno de ellos era José López Rueda Moreno, que también fue catedrático en Sevilla y con el que escribió su obra más conocida, Derecho procesal civil, penal, canónico y administrativo, publicada en cuatro tomos entre 1885 y 1893. Falleció el 11 de febrero de 1896 en Sevilla.

Formación

Después de superar los cinco años correspondientes -en tres de ellos con la calificación de sobresaliente, y en los dos restantes, con la inmediatamente inferior-, se graduó como Bachiller en Filosofía en la Universidad de Sevilla, el 19 de septiembre de 1850; su calificación fue la de aprobado por unanimidad, que era entonces la más alta contemplada.

Con posterioridad, realizó el curso preparatorio para el ingreso en las Facultades de Teología y Jurisprudencia, aprobándolo con la nota de bueno, es decir, la inferior a la de sobresaliente. Además, consiguió los premios ordinarios asignados a los cursos quinto, sexto y séptimo.

En 1851 inició estudios de Jurisprudencia en la Universidad de Sevilla, obteniendo en todos los cursos la calificación de sobresaliente. Se graduó como bachiller el 15 de octubre de 1856 y como licenciado el 6 de noviembre de 1858, resultando aprobados los ejercicios de ambos grados por unanimidad.

De 1852 a 1853 completó en la Universidad de Sevilla el primer año de la sección de Administración, con la nota de sobresaliente. Años más tarde, entre 1861 y 1862, realizó las asignaturas que, en virtud de las disposiciones entonces vigentes, necesitaban los licenciados en Jurisprudencia para recibir el mismo grado en la sección de Derecho administrativo, ganando todas ellas con la calificación de sobresaliente. Finalmente, el 14 septiembre de 1864 se graduó como licenciado en la sección de Derecho Administrativo en la Universidad de Sevilla, obteniendo también la calificación de sobresaliente.

En los años 1858 y 1859 realizó en la Universidad Central las asignaturas integradas en el curso para el doctorado en la sección del Derecho civil y canónico; sus notas fueron, igualmente, todas de sobresaliente. El grado de doctor lo recibió el 25 de junio de 1859, logrando la calificación global de sobresaliente.

Entre 1860 y 1861 curso, también, las asignaturas de Historia Universal y el primer año de Literatura griega.

Merece mención, además, que, mientras cursaba el segundo año de Filosofía, recibió el accésit al premio concedido por el Rector de la Universidad de Sevilla al alumno más destacado en los exámenes generales, según designación de una comisión constituida al efecto. También obtuvo los premios ordinarios asignados a los años quinto, sexto y séptimo de Jurisprudencia, y los extraordinarios correspondientes a los grados de Bachiller y de Licenciado de esta misma disciplina.

Carrera académica

Desde 1859 hasta 1864 se ocupó en repetidas ocasiones, por ausencia o enfermedad de su titular, de la cátedra de Derecho canónico de la Universidad de Sevilla. Además, el 23 de septiembre de 1861, el Rector le autorizó para la enseñanza privada de Latín y Castellano, Geografía e Historia, Retórica y Poética y Matemáticas elementales.

El 13 de mayo de 1860 solicitó ser nombrado catedrático supernumerario de la Facultad de Derecho con carácter interino. El 3 de junio su petición fue desestimada por no estar legalmente contemplada esta figura.

El 15 de marzo de 1862 solicitó ser admitido para concurrir a los ejercicios para la provisión de cátedras de Disciplina general de la Iglesia y particular de España y de Elementos de Derecho mercantil y penal, vacantes en las universidades de Salamanca, Barcelona, Salamanca y Santiago. Finalmente, realizó las pruebas correspondientes a las plazas de Derecho mercantil, siendo colocado el primero en la terna propuesta para el tercer lugar. En uno de los ejercicios presentó un trabajo manuscrito en diecinueve páginas titulado Especulación de Bolsa, disposiciones legales acerca de las operaciones a plazo, juicio crítico de las mismas”.

Más tarde, fue uno de los catorce candidatos participantes entre el 18 de noviembre de 1862 y el 19 de enero de 1863 en los ejercicios de oposición verificados para la cobertura de varias cátedras de Derecho romano vacantes en las Universidades de Barcelona, Sevilla y Salamanca. Mereció ser aprobado por tribunal, del cual obtuvo un voto para ocupar el segundo lugar de las ternas elevadas a la superioridad y tres votos para el tercero de los nueve de que se componía la lista de dicho tribunal. En uno de los ejercicios, aportó una lección escrita en latín titulada: Ad si institutus beneficio aetatis contra aditionem hereditates restitutus sit, convalescat substitutio

El 23 de febrero de 1863 solicitó una plaza de auxiliar en la Facultad de Derecho de Sevilla o en cualquier otra del reino, alegando como mérito haber concurrido en dos ocasiones a oposiciones a cátedras. Por una orden de 26 marzo de 1863 fue nombrado auxiliar de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza. Después de obtener la prórroga de doce días que había pedido, apelando a la mala salud de su mujer y sus hijos, tomó posesión el 8 de mayo de 1863 con un sueldo de 6000 reales anuales. Permaneció en el puesto, explicando la cátedra de Elementos de derecho político y administrativo hasta el 23 de noviembre de ese año. No obstante, el 4 de mayo, nada más incorporarse, obtuvo una licencia para desplazarse a Madrid con el fin de tomar parte en la oposición para una plaza de Derecho civil común y foral vacante en la Universidad de Barcelona

El 10 de noviembre de 1863, atendiendo a una solicitud suya de traslado de 30 de junio de ese año, fue nombrado auxiliar de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, para ocuparse interinamente de la asignatura Instituciones de la Hacienda Pública hasta el 2 de enero de 1864. Previamente, el 2 de septiembre, se le había concedido una licencia de dos meses para trasladarse a la ciudad hispalense para atender asuntos familiares.

El 6 de julio de 1864, aceptando su solicitud de 18 de mayo, respaldada por el informe favorable del Rector de Sevilla, fue nombrado catedrático supernumerario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, con adscripción a las asignaturas de Derecho canónico, Disciplina eclesiástica y Derecho romano. Tomó posesión el 14 de julio, habiéndosele expedido el título el anterior 6 de julio.

En 1864 asumió, además, la docencia de la cátedra de Instituciones de Hacienda Pública, haciéndose merecedor de una comunicación por parte del Rector, en la que le expresaba su gratitud por su buen desempeño. Circunstancia que se repitió en el curso siguiente, por su atención a la cátedra de segundo año de Derecho romano y en los dos inmediatos por haber asumido la enseñanza de Economía política y de Estadística, sin remuneración alguna, y a pesar de no pertenecer esta asignatura a la sección a la que estaba adscrito. En todos estos escritos se ponían de manifiesto su celo y asiduidad y su competencia docente y científica, así como su ejemplar dedicación, que incluso, en alguna ocasión, le había provocado una larga y grave enfermedad que había puesto en peligro su propia vida. En octubre de 1866 se le encomendó, también, la asignatura Elementos de derecho mercantil y penal y en el curso siguiente la Ampliación de esta misma disciplina.

El 1 de octubre de 1867 fue nombrado catedrático numerario de Derecho canónico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, tomando posesión el 30 de octubre con un sueldo de 1200 escudos. Ante su marcha, el Rector de la Universidad de Sevilla le envió un oficio redactado en términos extraordinariamente elogiosos.

No obstante, atendiendo a su petición, fundada en problemas de salud, que el clima de Santiago podría agravar, y en el grave trastorno y el dispendio que le ocasionaban tener que trasladarse con su numerosa familia, una Real Orden de 20 de noviembre de 1867 dispuso que pasase a ocuparse en comisión de servicios en la Universidad de Sevilla de las asignaturas de Oratoria y Práctica forense, aunque conservando la propiedad de su citada cátedra de Derecho canónico en Santiago. Tomó posesión el 9 de diciembre. El 2 de noviembre de 1868 se dio por terminada dicha comisión.

Incorporado, de nuevo, en Santiago el 1 de diciembre de 1868, desde el 4 de febrero de 1869 se le encargó de la enseñanza de la asignatura Legislación comparada, que simultáneo con la de Derecho canónico. En 1871 pasó, también, a desempeñar temporalmente, por enfermedad de su titular, la asignatura Historia de la Iglesia, concilios y colecciones canónicas.

El 13 de noviembre de 1871 solicitó, sin éxito, su traslado a la cátedra de Disciplina general de la Iglesia y particular de España vacante en la Facultad de Derecho, sección de Derecho civil y canónico, de la Universidad de Sevilla por fallecimiento del numerario Francisco Arboleya. Como razones, apeló a que su mujer y sus cinco hijos residían en la ciudad sevillana, así como su anciana madre, necesitada de cuidados por enfermedad.

En 1872 permaneció varios meses en Madrid a la espera de la celebración de los ejercicios para la provisión por oposición de una cátedra de Legislación comparada en la Universidad Central, a la que había sido admitido y que fue objeto de sucesivos aplazamientos. El 13 de agosto de este mismo año solicitó su trasladó a la catedra vacante de Historia y elementos de derecho romano de la Universidad Central. El 20 de mayo de 1873 pidió ocupar la cátedra de esta misma asignatura en la propia Universidad de Santiago. A pesar de los informes favorables realizados por el decano y el rector en apoyo de su pretensión, no consta que esta fuese satisfecha.

Mediante una Real Orden de 25 de setiembre de 1875 fue nombrado catedrático de Teoría y Práctica de los Procedimientos Judiciales y Práctica Forense de la Universidad de Sevilla, accediendo a la plaza mediante concurso de traslado y manteniendo las mismas condiciones y sueldo que en su destino anterior. Su toma de posesión se produjo el 28 de octubre.

Hay que señalar que, estando al cargo de la citada cátedra, en el curso de 1882-83 se ocupó de la cátedra de Ampliación del derecho civil y en el curso 1883-1884 de la de Hacienda pública

El 10 de noviembre de 1876 fue ascendido al número 210 del escalafón de catedráticos con un aumento de sueldo de 500 pesetas anuales.

Atendiendo a su solicitud, apoyada por muy elogiosos informes del Rector y del Decano de la Facultad de Derecho, el 7 de julio de 1879 le fue concedida una categoría de ascenso, con un aumento de sueldo de 1000 pesetas, que se añadía a las 3500 que entonces percibía. El 1 de enero de 1882, ocupando el número 157 del escalafón, pasó a disfrutar de un sueldo de 5000 pesetas anuales. El 17 de mayo de 1883 aumentó a 6000 pesetas. El 17 de diciembre de 1890, fue ascendido al número 90 del escalafón con un sueldo de 6500 pesetas.

Reorganizados los estudios de la Facultad de Derecho en cumplimiento de lo prescrito en un Real Decreto de 14 de agosto de 1884, el 29 de septiembre de este año se le confirmo en el cargo de catedrático, pero encomendándosele la cátedra de Derecho procesal civil, penal, canónico y administrativo y Teoría y práctica de redacción de instrumentos públicos.

En diciembre de 1888 se trasladó a Madrid para integrarse como miembro del tribunal de oposiciones a las cátedras de Derecho procesal vacantes en las universidades de Barcelona, Oviedo, Santiago y Valencia.

Llama, sin embargo, la atención que el 20 de febrero de 1891 presentó su solicitud para participar en el concurso de traslado convocado para la provisión de una cátedra de Historia y disciplina de la Iglesia en la Universidad Central; pero, a pesar de los informes muy favorables emitidos por el Rector y el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, no consiguió acceder a la plaza.

Por supresión de la cátedra de Derecho procesal de la Universidad de Sevilla, mediante una Real Orden de 26 de julio de 1892 se dispuso su nombramiento para la cátedra alterna de Procedimientos judiciales y práctica forense y Redacción de instrumentos públicos, creada en la misma facultad, con igual sueldo al que entonces disfrutaba.

El 21 de marzo de 1895 presentó una instancia ante el Consejo General de Instrucción Pública, solicitando ser admitido al concurso para la provisión de cuatro categorías honoríficas de término vacantes en la Facultad de Derecho. Tanto el Decano como el Rector informaron muy positivamente sobre los méritos que justificaban que se atendiese esta petición.

Falleció el 11 de febrero de 1896 estando aún en activo.

Acerca de su reconocida buena labor docente, además de diversos muy elogiosos informes de sus superiores académicos, tenemos también noticia de que en el curso 1867-1868 los alumnos matriculados en la asignatura de Economía política y Estadística que impartía, y de acuerdo con el Decano de la Facultad de Derecho, le entregaron dos obras que hicieron traer del extranjero, con una extensa dedicatoria indicativa de su alta consideración y respeto. No obstante, según el testimonio de Francisco de las Barras, que fue alumno suyo en 1889, era persona que tenía muchos enemigos, especialmente entre los estudiantes, a pesar de que, aunque suspendía a algunos, su número no era excesivo. Indicaba, además, que todos los años al acercarse la festividad de San José se abría una colecta entre los estudiantes para hacerle un regalo, pero que esta práctica no debe considerar un abuso, ya que ese día recibía a todos en su casa, obsequiándoles muy generosamente, por un valor muy superior al del regalo recibido.

López Romero ocupó distintos cargos de responsabilidad en la Universidad de Sevilla. Así, el 7 de junio de 1865 fue nombrado, a propuesta del Decano, Secretario de la Facultad de Derecho, tomando posesión ese mismo día. Puesto que desempeño hasta que en octubre de 1867 obtuvo una plaza de catedrático en la Universidad de Santiago, mereciendo grandes elogios de sus superiores por su celo, laboriosidad e inteligencia en el servicio de este cargo. Años más tarde, el 16 de noviembre de 1877 fue nombrado, esta vez, Vice-secretario de la Facultad de Derecho. Poco antes, el 9 de febrero de 1877 le había sido encomendado el puesto de bibliotecario de la propia Facultad.

Otras actividades y méritos

En 1862 se integró como vocal en la Junta consultiva de Instrucción Pública, realizando tareas adscritas a la Secretaría general.

Nombrado vocal de la Junta de Beneficencia y Sanidad de Santa María Magdalena de Sevilla con ocasión de la epidemia de cólera sufrida en la ciudad, el 26 de enero de 1866 se le envió un oficio en el que se le comunicaba el acuerdo de la junta municipal por el que se le agradecían los honrosos servicios prestados.

En marzo de 1872 y hasta julio del mismo año, fue nombrado auxiliar, con carácter gratuito, de la Junta Consultiva de Instrucción Pública, realizando tareas que merecieron el elogio de sus superiores por su celo y laboriosidad.

En 1874 fue nombrado individuo de la Junta directiva de la Exposición regional de Galicia y elegido su secretario, desempeñando, además, la función de jurado de dicha exposición.

También fue designado miembro de la Junta directiva de los Juegos florales celebrados en Santiago en los años 1874 y 1875.

En 1876 fue en tres ocasiones juez de oposiciones a notarías vacantes en el territorio de Sevilla. También lo fue en otras oposiciones efectuadas para la provisión de plazas de profesor auxiliar de la universidad hispalense. Además, en diversas ocasiones actuó como juez del tribunal examinador de los aspirantes al cargo de procurador.

Miembro del colegio de Abogados de la ciudad de Sevilla, y ejerciente activo de la profesión.

Magistrado suplente de la Audiencia territorial de Sevilla.

Académico de número de la Academia Sevillana de Jurisprudencia y Legislación, en la que actuó como censor.

Miembro honorario de número de la Academia Compostelana de Jurisprudencia, de la que fue Presidente de Junta superior (nombrado el 24 de enero de 1874).

Académico de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, de la que fue tesorero.

Correspondiente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid

Individuo de número de la Diputación Arqueológica y Numismática de la provincia de Sevilla, en consideración a una memoria presentada sobre funerales romanos.

Socio de número de la Real Sociedad Económica Sevillana de Amigos del País, en la que fue vice-censor y secretario de la clase de agricultura. También fue socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago de Compostela.

Principales obras

Existen referencias a algunas obras de menor entidad. Son las siguientes:

Derecho de Patronato, su origen y naturaleza, modo de adquirirlo y de perderlo y modificaciones que ha sufrido por las leyes vigentes en España. Madrid, 1859. Se trata de un discurso que había pronunciado en el acto solemne de recepción de la investidura como doctor en Derecho civil y canónico en la Universidad Central.

Funerales entre los romanos. 1862. Memoria por la que la Diputación Arqueológica y Numismática de la provincia de Sevilla le nombró individuo de número.

En 1869 publico dos opúsculos en la Revista científica y literaria titulados “El servicio de telegrafía, su pasado; su actualidad, su porvenir” y “Una de las antítesis entre el Cristianismo y el Paganismo”.

Además, en 1878 publicó La legislación islámica, discurso leído el 7 de marzo de 1878 en el acto de recepción como académico de la Real Sevillana de Buenas Letras.

Más conocido fue, sin embargo un breve Cuadro sinóptico de las colecciones canónicas, cuya primera edición es de 1871. En julio de 1877 remitió un ejemplar de esta obra al Consejo de Instrucción Pública, que en su informe manifestó encontrarla en todo conforme con los principios de la ciencia y de la sana crítica y redactada con claridad y método, considerándola, además, muy a propósito para facilitar el estudio de la Historia del Derecho y la Disciplina General de la Iglesia. Y por estas razones, y por haber merecido la aprobación de la autoridad eclesiástica, la calificó como de mérito especial para el ascenso de categoría que López Romero solicitaba.

Esta obra se encuadra, precisamente, en el género en el que más sobresale su producción escrita, el de la elaboración de programas y manuales para la enseñanza. En este sentido, podemos citar:

Programa de Teoría práctica de los Procedimientos Judiciales y Práctica Forense. Impreso en Sevilla en 1878.

Programa de Derecho procesal civil, penal, canónico y administrativo y Teoría y redacción de instrumentos públicos. Impreso en Sevilla en 1886.

Derecho procesal civil, penal, canónico y administrativo en cuatro tomos. Publicada junto a su hijo José López de Rueda Moreno en Sevilla, Impresora de Comas y Collantes, en 1885-1893.

Programa de Procedimientos Judiciales y Práctica forense. Impreso en Sevilla en 1892.

Perfil de autor BNE

Perfil de autor PARES

Fuentes

AGA. Caja 31/16704. Expediente 865-2

Archivo Histórico Nacional, Universidades, 4334, expediente 10

Valiente Romero, Francisco de las Barras de Aragón en la Sevilla intersecular, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2007.

Universidad

Materias

Autoría

Fecha

18/10/2014

Cómo citar

Bermejo Castrillo, M. Á. (2021). López Romero, José. Diccionario de Catedráticos españoles de Derecho (1847-1984). https://humanidadesdigitales.uc3m.es/s/catedraticos/item/15161

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