1916. El 13 de junio firmó las oposiciones a una cátedra de Instituciones de Derecho romano, vacante en la Universidad de Murcia.

1917. Celebrada la oposición, obtuvo la plaza y fue nombrado catedrático numerario de Instituciones de Derecho romano en la Universidad de Murcia, por real orden de 7 de mayo. Tomó posesión de la misma el 11 de mayo.

1919. Fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia cuando Unamuno era rector.

1931. Fue elegido como diputado a Cortes en las elecciones del 28 de junio de aquel año, compatibilizando la vida política con la vida académica en la Universidad de Murcia. Fueron proclamados los resultados el 11 de julio y recibió su acta de diputado el 27 de julio. Ejerció el puesto hasta el 10 de octubre de 1933.

Más adelante se trasladó a una cátedra de Derecho romano en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca.

1936. En junio solicitó y obtuvo del rector de la Universidad de Salamanca el nombramiento de Juan Iglesias como profesor auxiliar suyo de Derecho romano, para que le sustituyera en la cátedra por sus frecuentes viajes a Madrid.

1936-1939. Al estallar la Guerra Civil continuaba como catedrático de Derecho romano en la Universidad de Salamanca. El 14 de noviembre fue nombrado por las autoridades republicanas comisario-rector en esa universidad, así como delegado del Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes en la Universidad de Murcia, cargos que eran simplemente nominales por las circunstancias de la guerra. Al hacerse con el mando de Salamanca el ejército nacional, al poco de comenzar la guerra, fue suspendido de empleo y sueldo junto a varios profesores auxiliares de la Universidad de Salamanca, como Luis Portillo Pérez, Agustín Íscar Alonso y Ángel Santo Mirat. Aunque no parece que tuviera filiación política concreta y era conocido por su talante liberal, parece se le acusó de ser simpatizante de las izquierdas. Por aquella época fueron separados del servicio conocidos catedráticos de Salamanca como el también romanista Roces, el penalista Antón Oneca y los mercantilistas Álvaro Calvo Alfageme y José de Benito. El 25 de noviembre de aquel año fue confirmada la suspensión por un año de empleo y sueldo a siete docentes, entre los que se encontraba Sánchez Gallego y su auxiliar temporal Luis Domínguez Guilarte.