1939, 29 de julio. Por O. de esa fecha se procede a la separación definitiva de su cátedra por abandono de destino.

1953, 20 de junio. Solicita su depuración (“se someta a revisión la situación académica del que suscribe”), con varios informes y documentos. Vuelve a España en marzo de ese año desde Colombia, acogido a los decretos de repatriación.

1953, 19 de noviembre y 2 de diciembre. Informes de la comandancia de la Guardia Civil de Valencia y de la Brigada Social. Coinciden en considerar a Ots persona de “buena conducta pública y privada, practicando la religión católica”, sin que se le conozcan “actividades políticas contrarias al Régimen, estando considerado indiferente en relación al mismo”.

1953, 5 de diciembre. El gobernador civil de Valencia manifiesta que “el informado observa buena conducta moral, pública y privada, es de ideología izquierdista moderada y de sentimientos religiosos, aunque se le considera creyente poco práctico. No se le conocen actividades políticas contrarias al Régimen, estando considerado como indiferente en relación al mismo”. Otros dos informes del mismo día, de la jefatura provincial de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S y de la jefatura de Policía, son del mismo tenor; el segundo precisa que, mientras vivía en Colombia, “mandó a un hijo suyo sujeto a quintas, a España para cumplir con sus deberes militares.

1954, 5 de febrero. Una larga exposición del catedrático de Madrid Carmelo Viñas Mey, dirigida al juez de revisiones, se manifiesta cerradamente contraria a la rehabilitación de Ots, alegando las destituciones de profesores de los que sería responsable, producidas bajo el gobierno rojo “ni siquiera... por motivos ideológicos sino por enconos o venganzas personales... El caso del Sr. Ots, de accederse a su sorprendente e inesperada petición, sería muy grave y desalentador. Sería indignante e insólito porque no se trata de un simple reingreso más. Se trata nada más y nada menos del reingreso de quien ejerció el cargo directivo de Jefe de Universidades bajo el gobierno rojo... Ya suponemos que dicho Sr. no habrá cometido ningún acto físico criminal (asesinato, asalto, incendio, robo u otros análogos) pero ha cometido actos que son profundamente, moralmente, delictivos y que constan y son fehacientes por sí mismos”. El feroz informe acaba con un largo razonamiento (anotado) sobre el perdón según los teólogos católicos, de Domingo de Soto a Vitoria, Vives, Báñez... “Independientemente del resultado que pueda tener este escrito, dada la psicología española en esta materia”, concluye Viñas, “nos creemos en el deber de formularlo, respetuosamente, sabiendo que en él nos acompaña en espíritu la mayoría de los catedráticos españoles”.

1954, 9 de marzo. Mariano Puigdollers, catedrático de la Universidad Central, “en cumplimiento de un deber de conciencia”, presenta un “Informe sobre don José María Ots Capdequí”. Considera que “será difícil encontrar otro más peligroso y demoledor, y que haya causado tanto daño como el Sr. Ots y Capdequí. No solo por su ideario completamente opuesto al de nuestro Movimiento Nacional, sino también por su labor metódica de fondo, cerca de los estudiantes de la F.U.E. ... amparando todas sus demandas y manteniendo aquel clima demoledor precursor de la Revolución marxista... El Sr. Ots y Capdequí estuvo con los rojos, no por situación geográfica, sino en cuerpo y alma... No es verosímil un cambio de actitud en dicho señor, además resentido por el hecho de haber sido fusilado, en los primeros días de nuestro Alzamiento Nacional, un hermano suyo, alto funcionario de la Delegación de Hacienda de Soria, de análogas tendencias e ideología política que D. José María”.

1961, 31 de mayo. Una carta de Torcuato Fernández-Miranda, director general de Enseñanza Universitaria, a Jesús Carnicero, juez superior de Revisiones, notifica el domicilio actual de Ots y manifiesta que “tanto el Sr. Ministro como yo tenemos mucho interés en que ese expediente se resuelva lo antes posible, pues está muy próxima la jubilación del Profesor Ots Capdequí”. A raíz de un escrito de “un grupo de Catedráticos de la Universidad” dirigido al ministro de Educación Nacional, Fernández Miranda instó de Carnicero (24 de febrero) el examen del expediente de rehabilitación.

1961, 17 de julio. Escrito de Ots Capedequí, presentada ante el ayuntamiento de Benimodo (Valencia), con su descargo a los efectos del procedimiento de revisión. Declara haber pertenecido a Izquierda Republicana, pero sin tener actuación efectiva ni cargos políticos; sus nombramientos “durante el dominio rojo” como jefe de la Sección de Universidades del ministerio de Instrucción Pública y decano de la facultad de Valencia “se hicieron sin consultarme previamente; y si acepté... fue por imperativo de las circunstancias... Si marché fuera de España poco antes del término de la Guerra y no regresé hasta marzo de 1953, fue por haber sido invitado por el Gobierno de Colombia y por creer que en aquellas circunstancias podría continuar mejor en aquellos países de América mi labor docente y de investigación histórico-jurídica. En estos años de mi ausencia de España regenté en Bogotá la cátedra de Derecho Español y Derecho Indiano que fue incluida en el pensum de la Universidad Nacional con motivo de mi llegada. También regenté esta misma cátedra en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y en la Universidad Javieriana, y dicté cursillos en las Universidades de Santo Domingo y de Puerto Rico. En Argentina publiqué un “Manual de Historia del Derecho Español en América” del que se han agotado dos ediciones. En Bogotá y subvencionado por “The Rockefeller Foundation” realicé en el Archivo Nacional trabajos de investigación histórico-jurídica, fruto de los cuales fueron dos libros editados por la Universidad Nacional de Colombia y un tercer volumen publicado en Madrid por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Creo, honestamente, que con esta labor he contribuido á valorar debidamente la obra de España en América”.

1961, 19 de julio. Vicente Bertí, alcalde y jefe local del Movimiento en Benimodo, declara ser ciertos los términos de la carta de descargo y que “desde el año 1953, en que... regresó a España, ha permanecido constantemente avecindado en esta localidad observando una conducta política ejemplar y de absoluto respeto y acatamiento del Régimen”.

1961, 2 de julio. Víctor Fairén Guillén, vicedecano de Derecho, informa a Jesús Carnicero del caso de Ots. A su regreso en 1953 la junta de gobierno de la Universidad se manifestó a favor de su reposición, sin que acabara el expediente. “A principios de 1961, los catedráticos de Historia del Derecho y especialidades análogas –todos menos uno, el de Santiago [lo era entonces Alfonso Otero Varela]– suscribieron una petición dirigida al Sr. Ministro de Educación Nacional, pidiendo la reposición del Prof. Ots; incluso uno de ellos (el Excmo y Rvdmo Padre López Ortiz, Catedrático excedente y Obispo de Tuy) dirigió, además, una carta al Ministro en el mismo sentido de petición... El Prof. Ots Capdequí –que vive retirado en un pueblecito no lejano de Valencia, Benimodo– es de avanzada edad, y lógicamente su reposición o reingreso en el Escalafón de Catedráticos, tiene para él una gran significación, no sólo científica y económica, sino también moral. El concepto de perfecto caballero y amigo en que le tenemos sus compañeros abona por esta petición”. Una nota de 11 de julio, dirigida a Fairén, del juzgado de revisiones aclara que “el expediente no ha estado olvidado, todo lo contrario, desde el año 1953 nos han devuelto continuamente todas las cartas dirigidas al citado Catedrático hasta que hace unos días el Itmo. Sr. Director general, D. Torcuato Fernández-Miranda nos ha indicado su actual domicilio, Benimodo”.

1962, 1 de febrero. A propuesta del Juzgado de revisiones de 3 de agosto anterior (pues, a pesar de ocupar varios cargos relacionados con la enseñanza, “su intervención política fue nula, dedicándose por entero al ejercicio de su profesión y apoyando, conforme dice el Gobierno Civil de Valencia, a funcionarios de la Universidad, que por su ideología derechista, fueron destituidos o perseguidos, observando además buena conducta pública y privada”), una O. de esa fecha (BOE del 21) deja sin efecto la anterior y se le reintegra en su cátedra sin sanción pero con pérdida de los haberes no percibidos.