Palacio Arrieta

Descripción

Hacia 1875, el diplomático uruguayo, residente en Chile, José Arrieta Pereira, mandó a construir una residencia palaciega en el centro de la ciudad de Santiago, en calle Agustinas, si bien al poco tiempo esta fue arrasada por el fuego. Sobre su lugar, en 1875, Arrieta encomendó la edificación de una nueva mansión, cuyo proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés Paul Lathoud.
La fachada de esta nueva residencia reflejaba una inspiración de corte italiano y, aunque su interior ha sido descrito como “versallesco”, los espacios sociales principales, como el hall de entrada y el patio interior, dieron cabida a una ornamentación que evocaba el estilo artístico y arquitectónico de las antiguas casas pompeyanas.
Algunas fotografías, conservadas por el Archivo Patrimonial Brügmann, permiten apreciar el interior de este palacio hacia la época...
Metadatos

Nombre

Palacio Arrieta

Otro nombre

Palacio Arrieta Cañas

Lugar

Santiago de Chile

Provincia/región

Región Metropolitana

País

Chile

Siglo

S. XIX

Años

1875 aprox.

Artista

Paul Lathoud

Tipo de pieza

Arquitectura

Resumen

Hacia 1875, el diplomático uruguayo, residente en Chile, José Arrieta Pereira, mandó a construir una residencia palaciega en el centro de la ciudad de Santiago, en calle Agustinas, si bien al poco tiempo esta fue arrasada por el fuego. Sobre su lugar, en 1875, Arrieta encomendó la edificación de una nueva mansión, cuyo proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés Paul Lathoud.
La fachada de esta nueva residencia reflejaba una inspiración de corte italiano y, aunque su interior ha sido descrito como “versallesco”, los espacios sociales principales, como el hall de entrada y el patio interior, dieron cabida a una ornamentación que evocaba el estilo artístico y arquitectónico de las antiguas casas pompeyanas.
Algunas fotografías, conservadas por el Archivo Patrimonial Brügmann, permiten apreciar el interior de este palacio hacia la época de su edificación. La entrada al hall se enmarcaba por dos columnas de capitel corintio y se abría a un espacio decorado con esculturas de mármol y pinturas al óleo. El piso estaba recubierto de diseños en mosaico, mientras que las paredes evocaban los frescos parietales pompeyanos, al subdividirse en espacios geométricos que daban cabida a motivos florales, guirnaldas y a la representación pictórica de elementos domésticos como candelabros y jarrones. Por su parte, el cielo también habría estado subdividido en espacios geométricos para enmarcar otras escenas pictóricas.
El patio interior de la residencia seguía un estilo similar. El espacio se organizaba en torno a una fuente de agua rodeada por algunas plantas. El piso nuevamente era de mosaico y las paredes subdividían su ornamentación en niveles inferior, medio y superior, tal como suele apreciarse en las casas de Pompeya. El nivel inferior incorporaba motivos florales, generando el efecto ilusorio de que allí se hubieran cultivado plantas con algunas flores y hierba, mientras que el nivel medio simulaba estar compuesto por ladrillos, y el superior estaba decorado por diversas figuras abstractas. Entre las ventanas de este patio, todas enmarcadas por arcos de medio punto, podía observarse una ventana falsa, que generaba la ilusión de un nuevo espacio que podía observarse a través de ella. El conjunto parecía seguir, por tanto, el modelo del cuarto estilo pompeyano, caracterizado por el ilusionismo arquitectónico que jugaba con los fingimientos ópticos.

Detalles de conservación y restauración

Lamentablemente, el palacio fue demolido en el siglo XX, de manera que el recuerdo de sus ecos pompeyanos sólo se ha conservado en escasos registros fotográficos de 1875.

Referencias bibliográficas

Imas, F., Rojas, M. & Velasco, E. (2015), La ruta de los palacios y las grandes casas de Santiago, Santiago de Chile: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

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