El jardín Crowninshield, único entre el patrimonio paisajístico cultural de Hagley, es un jardín neoclásico de la década de 1920 construido sobre las ruinas de las terrazas de Eleutherian Mills, el primer sitio de fabricación de DuPont Company en los Estados Unidos. En funcionamiento desde 1803 hasta 1921, Eleutherian Mills fue la instalación de producción de pólvora más importante de Estados Unidos. El sitio fue la base de un imperio químico y comercial global en expansión vinculado a los Du Pont, quienes se convirtieron en una de las familias más ricas del mundo en la Primera Guerra Mundial.

Varias décadas después de que Eleutherian Mills explotara en 1890, la descendiente de du Pont, Louise du Pont Crowninshield, junto con su esposo, Frank Crowninshield, construyeron un jardín neoclásico de estilo italiano sobre los restos del complejo industrial abierto sólo a familiares y amigos. El jardín desafía la categorización estilística y la explicación simple, sin un comisionado conocido, un diseñador contratado o un plan de jardín original, y parece haber sido construido lentamente en el transcurso de una década por artesanos locales y por los mismos Crowninshields, quienes intentaron crear réplicas a escala exacta. de elementos arquitectónicos en ruinas que habían observado en sus viajes a Roma justo antes del surgimiento del fascismo italiano. Louise decidió recuperar el espacio verde creando un jardín romano que era una expresión de romanitas: las paredes de ladrillo de la antigua
refinería se representaron como una domus romana con pisos de mosaico, el tanque de enfriamiento se transformó en una piscina rodeada de bustos de filósofos griegos y romanos y los muebles y paredes reprodujeron los de la Casa de G. Cornelio Rufo en Pompeya (VIII 4 , 15 ) presentado en los volúmenes de Nicolini y Mau.. Al hacerlo, los Crowninshields preservaron una ruina construyendo otra. Sus capas en cascada de piscinas, columnas, estatuas y columnatas de estilo italiano se construyeron cuidadosamente para parecer desgastadas por el tiempo. Ningún otro jardín conocido en los Estados Unidos fue construido tan intencionalmente para transmitir el paso del tiempo como el Jardín Crowninshield.