Hacienda Nadales

Descripción

Los orígenes de la Hacienda Nadales se remontan al menos al siglo XVIII, cuando aparecen testimonios de sus primeros propietarios, Miguel Ordóñez (1696) y María Ana Natera (1702), quienes en 1761 la cedieron a sus herederos (Morales, 2012: 493-497). Los últimos propietarios de la familia Ordóñez vendieron todos los lotes de la propiedad entre 1864 y 1868 a Tomás Heredia Livermore (Ramos, 2006: 98-101). Tomás provenía de una familia noble de la comarca riojana de Cameros, fue formado en diversas instituciones culturales europeas de Francia e Inglaterra y desarrolló una importante actividad como político.
Como la mayoría de las haciendas de recreo, la Hacienda Nadales o de San José tenía dos edificios para los habitantes: una construcción monumental y palaciega para los dueños, en la que el aspecto representativo y simbólico del poder de su propietario...
Metadatos

Nombre

Hacienda Nadales

Otro nombre

Hacienda de San José

Provincia/región

Málaga

País

España

Siglo

S. XVIII
S. XIX

Artista

Antonio Cipolla (arquitecto)

Tipo de pieza

Artes decorativas

Resumen

Los orígenes de la Hacienda Nadales se remontan al menos al siglo XVIII, cuando aparecen testimonios de sus primeros propietarios, Miguel Ordóñez (1696) y María Ana Natera (1702), quienes en 1761 la cedieron a sus herederos (Morales, 2012: 493-497). Los últimos propietarios de la familia Ordóñez vendieron todos los lotes de la propiedad entre 1864 y 1868 a Tomás Heredia Livermore (Ramos, 2006: 98-101). Tomás provenía de una familia noble de la comarca riojana de Cameros, fue formado en diversas instituciones culturales europeas de Francia e Inglaterra y desarrolló una importante actividad como político.
Como la mayoría de las haciendas de recreo, la Hacienda Nadales o de San José tenía dos edificios para los habitantes: una construcción monumental y palaciega para los dueños, en la que el aspecto representativo y simbólico del poder de su propietario era muy importante; y otra construcción más modesta, para la vivienda del jardinero y el capataz y para albergar las explotaciones agrícolas y ganaderas.

Se sabe por las fuentes documentales que los Ordóñez habían construido una vivienda residencial importante como casa de recreo, que en 1838 estaba valorada en quinientos mil reales. Debía ser un edificio de gran tamaño, pero que tanto por su distribución interna como por su estilo arquitectónico no debió de ser del gusto de Tomás Heredia y de Trinidad Grund, que encargaron un nuevo proyecto a uno de los grandes arquitectos italianos del momento, Antonio Cipolla (Camacho, 2022: 38.55). Cipolla (1822-1874) era de origen napolitano, aunque desarrolló la mayor parte de su carrera artística en Roma, donde destacó por la búsqueda del desarrollo de un estilo “nacional” simbólicamente asociado a la Italia del Risorgimento (Portoguesi, 2013) y a su unificación política, que se caracterizó estéticamente por el revival del neorenacimiento. El resultado final del proyecto es consecuencia de un proceso evolutivo y de maduración, que condujo al edificio que hoy contemplamos, inspirado en modelos renacentistas italianos, entre los que se pueden citar la Villa Farnesina y La Villa Borghese de Roma, y la Villa Farnese de Caprarola.

La distribución de la planta baja del nuevo palacio incluyo en su diseño el Estudiolo o Gabinete de Tomás Heredia. Uno de los elementos más destacados del palacio es la decoración con pinturas murales pompeyanas de las paredes y el techo del Gabinete. Las pinturas murales del Gabinete son de dos épocas, dos estilos y de dos artistas diferentes. Las más antiguas corresponden a la etapa de Tomás Heredia y están relacionadas con las imágenes de la publicación Le Antichittà di Ercolano Esposte. Aunque desconocemos el nombre de su autor, debieron haber sido realizadas por un artista académico, formado en Italia. Las segundas son de peor calidad, se inspiran en las pinturas de la Sala del Triclinio de la Villa de los Misterios y de la Sala de Cupido de la Villa de los Vettii de Pompeya, y debieron haber sido ejecutadas en torno al año 1909, cuando fueron descubiertas las pinturas de la Villa de los Misterios. El principal modelo de estas decoraciones fue la obra Le Antichittà di Ercolano Esposte, lLos cuatro primeros volúmenes recogen las pinturas murales, que inspiraron la decoración de los muros y del techo del Gabinete de la Hacienda Nadales.

Una portada de madera de caoba rematada por un arco de medio punto recortado da acceso al Gabinete, cuyos muros están decorados con pinturas inspiradas en las decoraciones de las villas y palacios de las ciudades vesubianas. El Gabinete está consagrado a las Musas, ya que frente a la entrada se ha representado un bodegón con la viñeta del capítulo dedicado a Apolo y a las Musas, inspirado en la Teogonía de Hesiodo, poeta griego del siglo VII a. C., y que se halla ubicada en la Tabla II del Libro Segundo de Antichitá. Se han seleccionado los atributos de algunas de las nueve musas para componer este bodegón, en el que aparecen los siguientes elementos: en el centro una caja cilíndrica abierta, donde se ven papiros enrollados, un volumen abierto con un texto escrito y una cartela, atributos característicos de Clío, Musa de la Historia.

A izquierda y derecha se ha representado un grupo de monedas y una bolsa cerrada. Su significado no está claro, aunque pueden referirse a la riqueza que emana de la cultura. La presencia de algunas máscaras en las paredes puede aludir a las musas de la Comedia, Talía, y de la Tragedia, Melpómene. En un friso ubicado sobre la ventana se ven dos máscaras, cuyas expresiones simbolizan a la Comedia y a la Tragedia. En los laterales dos putti cabalgan sobre un cangrejo y un carro tirado por delfines. Recuerdan algunos mosaicos de la Villa de Casale en Sicilia.
Utilizando como marco una arquitectura ilusionista inspirada en el cuarto estilo pompeyano, se desarrollan numerosas pinturas polícromas con escenas, vistas de villas marinas, figuras masculinas y femeninas aisladas, animales reales y mitológicos, candelabros, jarrones, composiciones vegetales, aves, máscaras, delfines, y dragones.

Las viñetas con vistas nocturnas o diurnas de villas campestres o marítimas, con barcos y figuras que pescan o trabajan en diversas labores, son posiblemente las más abundantes de la Antichittà, y hay varias representaciones en el Gabinete de Tomás Heredia.

Hay una serie de figuras de pequeño formato colocadas entre las arquitecturas fingidas. Una de ellas representa a un joven cubierto con una túnica roja llevando una cesta de mimbre en la mano izquierda y una rama en la derecha. Parece como si estuviera esparciendo el producto que se halla en la cesta. Otra figura es una joven, que lleva una cajita sobre un cojín. Y podría señalarse otra joven con vestidos rojos y celestes, cubierta con hojas y portando un plato con algún tipo de vegetación indefinida.

Hay varias composiciones más elaboradas de escenas que podrían definirse de religiosas, formadas por figuras humanas, animales, altares, columnas y otros objetos. Uno de estos frisos está formado por seis figuras humanas, aunque su estado de conservación no es muy bueno. Se halla en mejor estado otro friso, que representa una escena religiosa de sacrificios ante un altar, que copia la banda inferior de la Tabla XLV del Libro Cuarto de Antichitá. De izquierda a derecha se representan las siguientes imágenes: una piedra rematada por un Hermes, que no aparece en la pintura del Gabinete; una joven coronada con flores y un canasto en las manos; otra mujer de edad más avanzada cubierta con un manto blanco, cabeza coronada con flores, una varilla amarilla en la mano derecha con una serpiente envuelta, y en la izquierda un bastoncillo; un carnero llevado por un joven semidesnudo con un largo tirso sobre la espalda, coronado de espigas y orejas de cabra; en medio de la pintura hay un altar de color pórfido, la mesa o ábaco cóncavo a manera de mesa, con dos bastones apoyados en un lado y en el otro un libro oblongo, y sobre el altar una columna rota blanca, una cinta y un árbol; sobre el altar un viejo con barba y cabellos blancos y un tirso en la mano vierte el líquido de una taza; una mujer coronada de flores y dos tibias amarillas en las manos; la última figura tiene los cabellos rubios con un tirso en la mano derecha y un canastillo en la izquierda con dos higos o frutas similares en el interior.

El universo mitológico está presidido por un bello caballo de mar o hipocampo de color azul, cabalgado por una dama en el centro del techo de la habitación, que podría representar a Venus, ya que le sigue un putto con una sombrilla cubriendo su cabeza. Venus aparece incluida como una musa, junto a Giunone y Pallade. El techo está enmarcado por un friso de color azul, en el que alternan, dragones metastizados, flores y máscaras. También hay una pareja de centauros. Uno es femenino, coronado por una flor de loto y un roleo en la mano derecha. Y el otro es masculino y aparece luchando con una maza con una leona, que le persigue. Encontramos igualmente varios grifos y pegasos con las alas explayadas.

Aves, pájaros, viñas y otras frutas, jarrones de cerámica y de metal, copas, mesitas, cabras enfrentadas comiendo de los racimos de uvas, flores, y diversos ramos enrollados ponen las notas más realistas en este universo iconográfico inspirado en las pinturas extraídas de las excavaciones pompeyanas, expuestas en el Museo Real y difundidas por toda Europa gracias a publicaciones como Le Antichittà di Ercolano Esposte, editadas en la Estampería Real de Nápoles, gracias al patrocinio del rey Carlos III, el hijo de los reyes españoles Felipe V e Isabel de Farnesio, que tras la muerte de su hermanastro Fernando VI heredaría la corona española, trayendo a España el gusto por el neoclasicismo y el arte de las ciudades romanas nacidas a la sombra del Vesubio.

La segunda etapa de las pinturas puede corresponder con la propiedad de la familia Larios. En esta época se hacen tres representaciones, dos de las cuales copian escenas de la Villa de los Misterios, construida como villa suburbana fuera de la ciudad de Pompeya en el siglo II a.C. Una de sus salas, asociada con el Triclinio, fue decorada con pinturas murales, que representan escenas del rito mistérico de iniciación relacionado con Baco, deidad muy importante en la Campania, donde la producción de vino era una de sus principales actividades agrícolas. La villa fue excavada a partir del año 1909. Los frescos se hallan en una sala de 40 metros cuadrados y han sido fechados a mediados del siglo I a.C. Con 17 metros de largo y 3 de alto representan 29 figuras de tamaño natural sobre un fondo plano de color rojo. Se han dado diversas interpretaciones a estas escenas situadas en un friso corrido entre pilastras pintadas de negro y verde, y enmarcadas por un friso de grecas: preparativos de una boda con el ritual de iniciación de la novia al dios Baco, rito iniciático o mistérico inspirado en la cultura greco romana. La figura principal es la de Baco, relacionado con la agricultura y con las bacanales. En el panel central se representa la boda de Baco y Ariadna en la isla de Naxos tras haber sido abandonada por Teseo.

El desarrollo de las escenas sería el siguiente: escena de la lectura (dos mujeres y un niño desnudo leyendo un papiro, que representarían a Baco niño, acompañado de una sacerdotisa o matrona sentada, llevando en la mano izquierda un papiro enrollado); escena del ágape ritual (una sacerdotisa y sus ayudantes, un Sileno tocando la lira); escena de la danza (procesión dionisíaca con un sileno, una mujer tocando la siringa o flauta de Pan y una mujer como bacante o ménade danzando); escena de la adivinación, escena de la boda de Dionisos y Ariadna (varios sátiros y silenos, uno de ellos portando una máscara, Baco y Ariadna); escena del descubrimiento del falo ritual (una mujer arrodillada descubriendo el Falo, símbolo de la fertilidad, una mujer con alas, flagelación de la iniciada, una mujer desnuda convertida en Bacante tocando los crótalos junto a una sacerdotisa con un tirso; la representación termina con la novia peinándose, asistida por una doncella y un Cupido).

Dos han sido las imágenes elegidas en el Gabinete de Heredia, que han sido extraídas del friso, por lo que han perdido su significado original, colocadas sobre un fondo rojo y enmarcadas por un friso geométrico y vegetal: la imagen del niño Baco desnudo, leyendo el papiro junto a una matrona o sacerdotisa, que le sujeta el cuello con la mano derecha, mientras que en la izquierda lleva un ramo de rosas en vez del papiro enrollado original, lo que posiblemente se deba a la restauración. La segunda de las escenas elegidas tiene una más difícil interpretación, ya que se halla en muy mal estado de conservación. Puede relacionarse con una joven o ménade danzante, y también como una doncella o novicia. La imagen es muy parecida a una ménade de la Sala de Cupido de la Casa de los Vettii de Pompeya, que fue excavada entre 1894 y 1896. La ménade aparece de frente, casi desnuda, con un velo transparente cubriendo las piernas y tocando el crótalos con ambas manos. De este modo los modelos del Gabinete habría que buscarlos no solo en los grabados de los libros de la Antichità, sino también en las pinturas de varias villas de Pompeya, los Vettii y los Misterios, que estaban siendo excavadas a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y que volvieron a poner de moda las pinturas romanas de villas, construidas y decoradas en los siglos II y I a.C.

La tercera de las representaciones corresponde a un detalle de una escena más amplia, de la que solo se ha conservado la imagen muy realista de una joven en un interior, que tanto por su vestimenta como por el enmarque arquitectónico y por el mobiliario podría considerarse como una escena de finales del siglo XIX o comienzos del siglo XX. Solo se ha conservado la zona central, el resto se ha perdido y hoy está ocupado por una superficie de color rojo.

En 1903, tras la muerte de Tomás Heredia y Julia Grund la hacienda pasa a manos de los Larios, quienes la transfieren en 1912 al empresario francés Enrique Jonqueres, siendo adquirida en 1922 por la Sociedad Mercantil la Salud, dedicada a la gestión de centros de salud. En 1923 acordaron la creación de un psiquiátrico con la orden de San Juan de Dios, a la que cedieron las instalaciones en 1941.

Detalles de conservación y restauración

Las principales reformas realizadas por la orden de San Juan de Dios, a la que cedieron las instalaciones en 1941, fueron el derribo de la Casa de Labor y la construcción del edificio del Noviciado, proyectado en 1959 por el arquitecto malagueño Enrique Atencia, y la reforma de la entrada principal, en la que desaparece el edificio de la portería, que es sustituido por una pequeña capilla dedicada a san José, que una lápida en la fachada fecha en el año 1943.

Referencias bibliográficas

Morales Floguera, J.M. "Tomás Heredia Livermore  (1819-1893) y la Hacienda Nadales en Málaga Hermetismo y antiguedad" en Historia del Jardín. La naturaleza al servicio del arte. Recurso en línea disponible en http://historiadeljardin.hdplus.es/malaga-hacienda-de-nadales/ [fecha de consulta 04/03/2023] 

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