No es fácil identificar la figura representada, pues está perdida casi en su integridad y no se conserva ningún atributo; no obstante, puede pertenecer al ciclo mitraico, según se desprende de su estilo y tipología. Pudiera ser el propio Mitra, pero suele llevar botines y el pantalón persa, que se dejarían ver. Podría tratarse de una representación del Sol desnudo, como la del relieve del altar de Poetovio III (Vermaseren, CIMRM, II, nº 1591/2) (1), pero las sandalias dificultan la idea. La posición de los pies es idéntica a la del Saturno de un mosaico del mitreo del “Palazzo Imperiale” de Ostia (Vermaseren, CIMRM, I, nº 252), hoy en el Vaticano (2) y a los del Sol ya mencionado del altar de Poetovio. Quizá pudiera ser uno de los portadores de antorcha, pero suelen ir en pareja, de modo que en la cara opuesta del altar tendría que haber estado representado el otro, como en el altar de Carnuntum en Panonia (Vermaseren, CIMRM, II, nº 1697/8), lo que no ocurre en el caso del altar emeritense. Es cierto que en la mayor parte de las representaciones los dadóforos presentan las piernas cruzadas, pero hay notorios ejemplos de lo contrario, como en el mencionado altar de Carnuntum, que recuerda mucho al que aquí se analiza, en el fresco de la tauroctonía del mitreo Barberini de Roma (3) (Fig. 1.01.01.01.01) o el fresco del mitreo de Capua (Vermaseren, CIMRM, II, nº 2264; Fig. 1.01.01.01.02), con follaje muy parecido y con un altar encendido. Pero también cabrían otras alternativas sin paralelos previos, y por tanto más improbables, como por ejemplo que se trate de la representación de un grado iniciático (miles, sugiere Barrientos, 2001, 375, siguiendo a Becatti, 1954, 66) o que la figura correspondiera al pater fundacional del mitreo. No creo en las otras posibilidades apuntadas por Barrientos. Resulta muy anómalo pensar que Atis o Telesforo (Barrientos, 2001, 375) pudieran presidir el altar principal de un mitreo. Barrientos (2001, 376) parece inclinarse por una representación del propio Mitra a pesar de las anomalías iconográficas que he expresado. Trata de solventar el problema amparándose en la cronología del mitreo que sitúa en el siglo I d.C., por lo que aún no estaría establecida la imagen canónica del dios. Evidentemente, el argumento es circular, pues si cronología fuera incorrecta, el fundamento desaparecería; pero, además, no hay razón para defender que la imagen “canónica” de Mitra no surge a la par que el propio culto. De entre las deidades del ciclo mitraico, Sol, Cronos o los dadóforos, me inclino a pensar, a pesar de las dificultades, que la figura representada es Cautes (4), o bien Helios.