La revista tuvo dos épocas muy diferenciadas. En la primera fue un proyecto doctrinal, donde participaron Manuel Lasala Llanas, Recaredo Fernández de Velasco, y se debatieron cuestiones de la época como el Derecho de revolución, los accidentes de trabajo o biografías de grandes juristas (Silvela, Cortina, Gómez de la Serna).
En la segunda época, una vez trasladada a Barcelona, fue una breve revista de actualidad jurídica, con pequeños espacios de doctrina y jurisprudencia, aunque sus fines fueron claramente prácticos. En general, se dedicó a defender los intereses gremiales de los procuradores, justificando siempre la necesidad de su existencia. En algún momento estuvo detrás un Centro General de Asuntos Administrativos y Judiciales y hubo información relativa al cobro de créditos en toda España. También se dio cierta anecdótica conjunción en esta revista entre diferentes profesionales: procuradores, agentes encargados del cobro de créditos, tramitadores de documentos (partidas nacimiento, defunción y matrimonio, legalizaciones), y de nacientes detectives como profesionales, con una «sección especial del detectivismo mundial». Se indicó que se trataba de un despacho fundado en Barcelona en 1906 e indicaban con cierto orgullo que su número de teléfono era el 50-66-A.