FLORES DE LEMUS, Antonio (1876-1941)

Ficha

Catedrático

FLORES DE LEMUS, Antonio (1876-1941)

Presentación

Catedrático de las Universidades de Barcelona y Madrid, desarrolló una ingente labor desde distintos puestos técnicos en el Ministerio de Hacienda durante todo el primer tercio del siglo XX, y fue el economista español más destacado de ese periodo.

Datos biográficos

Nació en Jaén el 14 de junio de 1876, y falleció en Madrid el 21 de marzo de 1941.

Su padre, Francisco Flores Suazo era abogado en Mojacar y su madre, Francisca de Lemus y Garzón, procedía de una familia terrateniente de Andújar. Fue bautizado como Antonio de Padua, Manuel, José, Francisco Basilio de la Santísima Trinidad.

Se casó con Ana Jiménez Canga Argüelles, hija de una notable familia almeriense.

Formación

Estudió el bachillerato en Jaén, e inició la carrera de Derecho en la Universidad de Granada, pero realizó el último curso en la Universidad de Oviedo, debido al contacto de su padre con Francisco Giner de los Ríos y las orientaciones de este, lo que le permitió conocer de cerca al grupo krausista de Oviedo muy destacado en el ámbito del Derecho, y en especial al prestigioso Catedrático de Economía Política Adolfo Álvarez-Buylla. Allí se licenció el 3 de noviembre de 1898 con excelentes calificaciones.

Ya en Madrid, curso el doctorado en la Universidad Central, donde asistió a las clases de Giner de los Ríos, estando muy próximo a la Institución Libre de Enseñanza hasta comienzos de los años diez. Obtuvo rápidamente el título de doctor con una tesis titulada Ensayo sobre el Congreso de Amiens (1801-1802) y su obra. (Contribución al estudio de los Tratados ajustados por España con las principales naciones de Europa), leída el 15 de diciembre de 1899 en la Universidad Central, por la que obtuvo el doctorado en Derecho el 16 de febrero de 1900 con nota de Sobresaliente y Premio Extraordinario.

Después obtuvo una beca de la Universidad de Oviedo para ampliar sus estudios en Alemania, y se trasladó a la Universidad de Tubinga, donde el historicismo y el socialismo de cátedra eran entonces las corrientes dominantes, y se convirtieron en los principales vectores de su pensamiento económico. Allí trabajó en el seminario que dirigía el profesor Neumann, y estuvo también en estrecha relación con el profesor Bortkiewicz, que le orientó hacia la econometría, estudiando con detalle las aportaciones de Karl Marx a la teoría del valor de David Ricardo.

Desde Tubinga se trasladó –como era común entonces en las universidades alemanas, caracterizadas por una gran movilidad estudiantil– a la Universidad de Berlín, donde trabajó con los profesores Gustav Schmoller y Adolf Wagner. El seminario de este último se convirtió en su principal referencia en Berlín, acentuando su interés en la política fiscal como instrumento clave para el desarrollo del socialismo de cátedra, lo que le llevará a especializarse en Hacienda Pública al considerar la política fiscal como una de las herramientas más valiosas para las transformaciones económicas. Ambos le encaminaron hacia las teorías historicistas, y al estudio de la estadística y la ciencia política, manteniendo el contacto con las teorías marginalistas de Marshall y la escuela clásica, pero haciendo del historicismo su principal referencia durante toda su carrera profesional, y convirtiendo a Schmoller en el autor más recomendado posteriormente en sus clases.

En Alemania se impregnó además del estilo de la administración prusiana, y se aproximó al pensamiento del despotismo ilustrado. Heredero del nacionalismo económico alemán, aunque en contacto con las teorías neoclásicas, Flores de Lemus concibió la economía como una actividad nacional a la que hasta cierto punto debían quedar supeditados los intereses económicos individuales.

Carrera académica

Su trayectoria académica estuvo solapada por sus continuas actividades para la administración pública, y por ese mismo motivo su producción científica quedó reflejada más en informes ministeriales y disposiciones legales, que en textos teóricos.

Regresó a España en 1904 para concurrir a las oposiciones a la Cátedra de Economía Política y Hacienda Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, en la que ingresó por oposición el 28 de marzo de 1904 como catedrático numerario superando a treinta rivales, tomando posesión de la cátedra el 5 de abril, y comenzando a crear una escuela de economistas entre los que primaba el uso de las matemáticas.

Sus trabajos le abrieron las puertas de varias publicaciones económicas alemanas del más alto nivel. Su actividad en la universidad se vio interrumpida apenas unos meses después, por una licencia para impartir en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid –que en aquella etapa tenía una extraordinaria actividad académica de gran resonancia nacional– un Seminario de Economía, orientado según el modelo de las investigaciones alemanas, que dejaba atrás ya las tradicionales polémicas españolas entre librecambistas y proteccionistas. Dicho seminario finalizó cuando Flores de Lemus fue llamado por Raimundo Fernández Villaverde para colaborar en el Ministerio de Hacienda bajo la dirección de García Alix en febrero de 1905.

Sus actividades docentes e investigadoras en la Universidad de Barcelona se reanudaron a comienzos de 1908, alternándose con sus distintas responsabilidades técnicas en el Ministerio de Hacienda, durante varios años. Además, desde 1914, dentro de las actividades de la Junta para Ampliación de Estudios Flores de Lemus fue encargado de lo relacionado con los pensionados en economía.

Aunque ya en esos años dedicó buena parte de su tiempo a los trabajos del ministerio, en la Universidad de Barcelona fue mostrando una orientación metodológica de la economía fuertemente marcada por las aportaciones de las matemáticas y la estadística. Su prestigio y su actividad académica le hicieron conseguir una serie de discípulos entre los que destacan Miquel Vidal i Guardiola, José María Tallada, Josep Maria Pi i Sunyer, Bartolomé Amengual, Andrés Bauxili, Manuel Raventós, Cristóbal Massó o Jaime Algarra Postius que le sucedió en la cátedra en Barcelona.

En 1919 solicitó una pensión de la JAE para estudiar en Francia e Inglaterra las reformas impuestas por la guerra en la hacienda pública, pensión que se le concedió en abril pero no llegó a hacer uso de ella, porque el 3 de enero de 1920 obtuvo la Cátedra de Economía Política de la Facultad de Derecho de la Universidad Central, de la que tomó posesión el 8 de marzo de 1920.

Su actividad académica en los años veinte estuvo crecientemente marcada por su cada vez mayor relieve en la vida pública y la administración del Estado, alternando sus clases y su actividad ministerial como ejes de su magisterio.

Partícipe de los proyectos de modernización de la Universidad Central durante la Segunda República, desde el curso 1932-1933, impartió además unos cursos especiales en la Facultad de Derecho de la Universidad Central sobre Estudios Económicos y Administrativos, que se consideran el germen del Centro de Estudios Económicos creado en 1936, y estuvo entre los encargados de estudiar la posibilidad de crear una Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad Central durante esos años.

Ya en el curso de la Guerra Civil, fue ascendido a la sección tercera del escalafón general de profesores numerarios de Universidades con la antigüedad del 5 de enero de 1937, según decreto firmado el 8 de diciembre de 1937 por el Ministro de Instrucción Pública y Sanidad: Jesús Hernández.

Su actividad docente tuvo un claro carácter modernizador de los estudios que se impartían, fuertemente inclinado hacia la necesidad de que sus alumnos manejasen la bibliografía alemana más actual. Más por su actividad técnica en la administración, y por la formación de numerosos discípulos de gran relieve, que por su obra escrita, se considera a Flores de Lemus como uno de los grandes renovadores de los estudios económicos en España.

Depuración

En los años treinta Antonio Flores de Lemus era uno de los grandes economistas españoles del siglo XX, había impartido clases en las universidades de Madrid y Barcelona formando en ellas a buena parte de los economistas más importantes del siglo XX español, y era una figura de relieve internacional en el campo de las ciencias económicas.

Según consta en su expediente de depuración, el gobierno golpista del General Franco lo incluyó dentro de la orden de separación definitiva y baja en el escalafón de diversos catedráticos, por “desafección”, “sus actuaciones” y su “su pertinaz política antinacional y antiespañola en los tiempos precedentes al Glorioso Movimiento Nacional”, sin juicio alguno, ni garantías procesales, según el borrador de la orden elaborada por Tomás Domínguez Arévalo el 29 de julio de 1939, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado el 18 de agosto de 1939, incluyendo su nombre junto a los de otras destacas figuras de la universidad española como “D. Américo Castro, D. Agustín Viñuales Pardo, Claudio Sánchez Albornoz, Rafael de Buen y Lozano, Emilio González López, José Ots Camdequi, Niceto Alcalá Zamora Castillo, Juan Peset Alexandre, José Puche Alvarez, Luis de Zulueta y Escolano, Pedro Rioja Lo-Bianco, Pedro Castro Barea, Juan Manuel Aguilar Calvo, Manuel López Rey Arroyo”.

Con posterioridad a tal acción, Flores de Lemus es autorizado por el nuevo gobierno a entrar en España, y regresa a Madrid en diciembre de 1939, acudiendo a declarar el 1 de julio de 1940. En su declaración, Flores de Lemus justificó su actuación con el argumento de haberse fijado el criterio de “no dejar desamparado ningún interés público al que yo pudiera evitar un daño”. En dicha declaración argumentó en su defensa haber actuado en contra de las actividades del gobierno republicano desde el Ministerio de Hacienda, al impedir la colectivización del oro de los particulares y la banca privada por parte del Estado. Según declaraba se vio obligado a huir a Francia al ver amenazada su vida por bandas criminales, y allí se personó ante el delegado de Franco en Francia, el Conde de los Andes, mostrando su adhesión al bando sublevado. La declaración de Flores de Lemus finalizaba solicitando la gracia de que revisasen su expediente y levantasen su sanción, porque después de toda una vida dedicada al servicio público al Estado durante diversos gobiernos y regímenes políticos, estaba enfermo y se veía al borde de la muerte por falta de sustento económico.

Apenas nueve meses después, el gran economista Antonio Flores de Lemus murió en Madrid un 21 de marzo de 1941. La administración de la dictadura de Franco decidió ratificar su separación definitiva del servicio el 24 de marzo de 1944.

Cuatro décadas después, la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid, siendo rector Francisco Bustelo, en la reunión del 22 de febrero de 1982 decidió solicitar al Ministerio de Educación y Ciencia la anulación del expediente de depuración de Antonio Flores de Lemus, y su definitiva rehabilitación a todos los efectos, con la consideración póstuma de “miembro de honor de la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid, solicitud que fue aprobada el gobierno español el 18 de marzo de 1982.

Durante toda su vida había trabajado con brillantez y gran eficiencia en mejorar la hacienda pública española bajo los distintos gobiernos de la monarquía, la dictadura y la república, actuando desde puestos meramente técnicos y convirtiéndose en una figura de gran valor para la administración del Estado durante todo este tiempo.

Sus coetáneos y sus discípulos le definieron como un hombre esencialmente patriota, nacionalista español, católico, conservador y económicamente no muy liberal, simpatizante del despotismo ilustrado de corte prusiano, defensor de las políticas sociales, ajeno a los partidos y a la lucha por el poder político, que había decidido siempre permanecer en un segundo plano.

A la vista de su biografía resulta inevitable preguntarse ¿porqué la dictadura de Franco consideraba necesario purgar, con todas sus consecuencias, a una persona así? La respuesta evidencia, como en tantos otros casos, la catadura de los nuevos detentadores del poder en España.

Otras actividades y méritos

Desde su acceso a la cátedra universitaria, Flores de Lemus se vinculó a la administración pública, en especial gracias a su estrecho contacto con García Alix, que le atrajo a la realización de labores técnicas de hacienda, dentro del ministerio.

Por Real Orden de 13 de febrero de 1905 el Ministerio de Instrucción Pública dispuso que fuese agregado al Ministerio de Hacienda en comisión de servicio, para trabajar en la Junta de Aranceles y Valoraciones de dicho Ministerio, auxiliando los trabajos preparatorios de la reforma arancelaria, puesto en el que estuvo trabajando hasta su cese el 17 de agosto de 1905. De nuevo el 3 de septiembre de 1906 fue agregado en comisión de servicio al Ministerio de Hacienda, encargándose del estudio de la estadística de consumos municipales de las capitales de provincia españolas, cuyo análisis se publicó en 1908.

En estos años, durante el gobierno de Raimundo Fernández Villaverde y en el ministerio dirigido por García Alix, Flores de Lemus pudo poner en práctica sus ideas de reforma fiscal destinadas a reducir el déficit endémico del Estado a través de una reforma tributaria gradual acompañada de un mayor intervencionismo social, en una reforma decisiva cuya acción duró varias décadas.

Ejerció como jefe de la Sección de Estadística de la Inspección General de Hacienda desde 1907, trabajando en relación a los presupuestos municipales, y su situación fue ratificada después por Real Orden de 17 de diciembre de 1909.

El 16 de noviembre de 1909 fue nombrado representante del Ministerio de Fomento en la Asamblea General del Instituto Internacional de Agricultura de Roma, que se celebró allí en diciembre de ese año.

Tuvo también un papel importante durante las reformas impulsadas por el gobierno de Canalejas en 1910, dando una gran flexibilidad a las contribuciones territoriales. Imbuido del pensamiento krausista, aunque relativamente distanciado de los institucionistas, de fuerte pensamiento católico, y con cierta afinidad por la idea del despotismo ilustrado, el pensamiento político de Flores de Lemus estuvo cercano a la figura del reformista conservador Antonio Maura, pero según el propio Flores de Lemus indicaría, se negó en varias ocasiones a asumir una cartera ministerial en dicho gobierno por su desapego al juego político.

Al año siguiente fue nombrado Jefe de Estadística de la Dirección General de Contribuciones por Real Decreto de 31 diciembre 1910. En 1911 escribió por encargo de Canalejas un proyecto de reforma de la hacienda municipal con el título Proyecto de Ley de Exacciones Municipales. De la misma manera, en 1913, escribió por orden del Ministro de Hacienda una Memoria sobre la situación de las Contribuciones Directas que fue publicada por la Dirección General de Contribuciones.

Entre 1912 y 1920 realizó para el ministerio diversos estudios relativos a la imposición de las compañías mercantiles nacionales y extranjeras operantes en España y redactó los proyectos de ley correspondientes.

A raíz de la Primera Guerra Mundial, y dentro de su creciente labor en el Ministerio de Hacienda, organizó con sus colaboradores un destacado Seminario de Economía Política que le auxilió en sus labores técnicas, y en el que alrededor de su despacho ministerial completaron su formación práctica varias destacadas figuras del ámbito académico como Ramón Carande, Gabriel Franco, Vicente Gay Forner, Luis Olariaga, Valentín Andrés Álvarez, José María Naharro, Jesús Prados Arrarte, José Castañeda, o Agustín Viñuales Pardo, varios de los cuales desempeñarían después responsabilidades técnicas y de gobierno.

Defensor de la dictadura de Primo de Rivera, en 1924 fue designado para ocupar un puesto en el Consejo de Economía Nacional, en 1925 publicó su trabajo sobre la orientación fundamental de la producción rural española, y en 1927 fue nombrado por Primo de Rivera presidente de la Comisión sobre el Impuesto de Rentas y Ganancias destinada a la reforma de las contribuciones directas, desde la que elaboró el correspondiente proyecto de reforma para la Asamblea Nacional, de la que también formó parte. De la misma manera, ante el desplome de la peseta durante la dictadura, en 1929 fue nombrado presidente de la Comisión para el Estudio de la Implantación del Patrón Oro y elaboró el correspondiente informe, estudio técnico que constituyó el primer modelo econométrico que analizaba el funcionamiento de la economía española, con el que convenció a Calvo Sotelo de los problemas que supondría integrarse en tal sistema monetario. Ese mismo año fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

En líneas generales, su actividad como técnico de la administración se centró en la creación de una gran reforma fiscal, buscando la creación de un sistema tributario más efectivo y progresivo para la mejora de ingresos del Estado, que se materializaría en la realización de numerosos informes de gran influencia política, y derivaría en la búsqueda de un sistema de pago de impuestos de sociedades, y en la tardía creación de un impuesto de la renta sobre las personas físicas que tenía como base su informe de 1927 y que se pondría en marcha finalmente a través de la Ley Carner de 20 de diciembre de 1932.

Durante estos años, Flores de Lemus puso el acento en el desarrollo de la agricultura como uno de los motores fundamentales para la expansión de la economía española.

En 1929 fue nombrado Representante del Ministerio de Hacienda en el Consejo de Energía y en 1930 Consejero de la Compañía Arrendataria de del Monopolio de Petróleos S. A. (Campsa), así como Vocal del Consejo Superior de Ferrocarriles, y fue también representante de España en la Sociedad de Naciones en 1928 y 1929.

Con la proclamación de la Segunda República, y a pesar de alguna encendida defensa de la dictadura de Primo de Rivera en su momento, y de los cargos públicos ocupados en ella, el gobierno democrático le otorga una gran confianza por su valía profesional nombrándole consejero del Banco de España en diciembre de 1931. De nuevo en un papel técnico pero de suma importancia, Flores de Lemus volvió a trabajar en la reforma del Estado, al ser nombrado junto a Pascual Carrión miembro de la fundamental Comisión Técnica para la Reforma Agraria, reforma liderada por Felipe Sánchez Román que habría de poner en marcha uno de los proyectos más importantes de la Segunda República, proyecto que suponía en buena medida la culminación de algunas de sus teorías sobre la agricultura como motor económico del país, y la necesidad de modernización de esta para el desarrollo del país.

En esos años presidió también la representación del Estado Español en la Conferencia Económica de Londres celebrada en 1933.

Se trata, por tanto, de una sucesión de puestos de responsabilidad técnica de primer nivel, que hicieron de él uno de los funcionarios de mayor relieve en la administración del Estado español, a lo largo de los distintos regímenes políticos y gobiernos del primer tercio del siglo XX.

Durante la Guerra Civil Española dimitió de los cargos de Consejero, en representación del Estado, del Consejo de Administración del Banco de España así como de CAMPSA, dimisión admitida en la Gaceta de 7 de octubre de 1936. Después, el gobierno de la Segunda República notifico su cese en febrero de 1938 por abandono de su cátedra. Sin embargo, el Subsecretario de Instrucción Pública –Wenceslao Roces– pidió explicaciones ante tal cese, al no haber sido Flores de Lemus objeto de ninguna sanción, ni estar realmente incurso en abandono voluntario de destino, ya que su ausencia según decía el Subsecretario “ha sido oficialmente justificada por encontrarse desempeñando una comisión confiada por la Presidencia del Consejo de Ministros”, por lo que pedía la aclaración pública del error el 12 de marzo de 1938.

Principales obras

Ensayo sobre el Congreso de Amiens (1801-1802) y su obra. (Contribución al estudio de los Tratados ajustados por España con las principales naciones de Europa). Jaén, 1899.

La reforma arancelaria. Consideraciones y materiales. I. Alemania. Bosquejo de la política comercial alemana durante el gobierno de los tres últimos Cancilleres. Madrid, Antonio Marzo, 1905.

Documentos y trabajos de la comisión extraparlamentaria para la transformación del Impuesto de Consumos. Madrid, Imprenta M. Minuesa, 1906-1910, 4 vols.

El problema de la circulación del capital en Marx. Madrid, 1920 (1ª Ed. 1971).

Sobre una dirección fundamental de la producción rural española. Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1926.

Obras. Madrid, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 2010.

Perfil de autor BNE

Perfil de autor Dialnet

Perfil de autor PARES

Fuentes

Archivo General de la Administración, Sección de Educación, Expediente personal de Antonio Flores de Lemus, Caja 55/01966, Expediente 47069-25.

Archivo Central de Educación, Expediente de depuración de Antonio Flores de Lemus, 83714, 3378

Archivo de la Junta para Ampliación de Estudios, Expediente personal de Antonio Flores de Lemus, 55/314.

Gaceta de Madrid núm. 275, de 02/10/1910, pág. 19.

Gaceta de Madrid núm. 1, de 01/01/1911, pág. 13.

Gaceta de Madrid núm. 83, de 23/03/1924, pág. 1538.

Gaceta de Madrid núm. 115, de 24/04/1924, pág. 476.

Gaceta de Madrid núm. 244, de 31/08/1924, pág. 1126.

Gaceta de Madrid núm. 247, de 04/09/1930, pág. 1366.

Gaceta de Madrid núm. 81, de 22/03/1931, pág. 1575.

Gaceta de Madrid núm. 277, de 04/10/1931, pág. 83.

Gaceta de Madrid núm. 95, de 04/04/1932, pág. 138.

Gaceta de Madrid núm. 60, de 29/02/1936, pág. 1692.

Gaceta de Madrid núm. 78, de 18/03/1936, pág. 2164.

Gaceta de Madrid núm. 281, de 07/10/1936, pág. 217.

Boletín Oficial del Estado núm. 199, de 07/05/1937, pág. 1307.

Boletín Oficial del Estado, núm. 230, de 18/08/ 1939, pág. 4541.

Bibliografía

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VELARDE FUERTES, Juan: “Una nota sobre las relaciones entre Flores de Lemus y García Alix”, Revista de Economía Política, 6, I, (1955), págs. 89-125.

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ARACIL FERNÁNDEZ, María José: El profesor Flores de Lemus y los estudios de Hacienda Pública en España. Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 2001.

PRADOS ARRARTE, Jesús: “Mis recuerdos de Flores de Lemus”, Hacienda Pública Española, 1976, 42-43.

Universidad

Materias

Autoría

Fecha

29/07/2014

Cómo citar

Ribagorda, Á. (2021).  Flores de Lemus, Antonio. Diccionario de Catedráticos españoles de Derecho (1847-1984)https://humanidadesdigitales.uc3m.es/s/catedraticos/item/14655

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